Gravedad
Veinte años después sus miradas
volvieron a cruzarse, pero fueron incapaces de recocerse. El tiempo
y la gravedad
les habían transformado.
Y pasaron,
el uno junto al otro, como extraños.
El recuerdo de aquellos besos
de veinte años atrás,
acabará cayendo
como de otoño
la hoja.
viernes, 13 de noviembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario