El sol reseca las quimeras
de cartón piedra en el paseo
donde las palmeras sin sombra,
repletas de dátiles estériles,
esperan el primer golpe de brisa para el suicidio.
Los lobos de mar ponen a remojo
sus colmillos postizos
en la orilla y se calzan sus zapatos de cordero.
Y la arena sueña con ser tierra.
miércoles, 19 de junio de 2013
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2 comentarios:
JUan
pasmado me quedo
como piedra esperando
al escultor que se acerca
nerviosa de descubrir
en que la van a convertir
m'agrada sa teva poesia cunyaoooooo
que callao te lo tenias que callaooo
y yo sin leerte....
Gràcies sr anónimo, de hecho mucho antes de ser escultor ya escribía. Un saludo
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